La Ley de Segunda Oportunidad es el nombre que recibe el procedimiento que permite, tanto a particulares como autónomos, superar su situación de insolvencia a través de mecanismos que permiten reducciones y aplazamientos de la deuda e, incluso, la condonación de mismo a través de este.

El legislador ha trasladado a la persona física la oportunidad de entrar en un procedimiento de concurso para liquidar el máximo de deudas con el patrimonio existente y, finalmente, acordarse el llamado BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho), es decir, la liberación de toda la deuda que haya contraído el solicitante.

Con el fin de acogerse a la ley de segunda oportunidad se deben cumplir los requisitos previstos legalmente en el texto refundido de la Ley Concursal. Asimismo, es importante destacar que este procedimiento tiene dos fases:

• • Fase extrajudicial – Acuerdo Extrajudicial de Pago: En esta fase se intenta llegar a un acuerdo extrajudicial de pago con los acreedores, el cual puede contener condonaciones de hasta el 95% así como aplazamientos de la deuda de hasta 10 años. Se realiza ante un notario, la cámara de comercio o el mismo Registro Mercantil según el deudor sea persona física empresaria o no. Esta fase es imprescindible para conseguir el BEPI.
• • Fase Judicial – Concurso Consecutivo: En caso de que no se llegue a un acuerdo en la fase extrajudicial, se inicia directamente el concurso consecutivo de la persona física con la liquidación de su activo y su pasivo, pudiéndose solicitar, una vez liquidada la masa activa, el BEPI, el cual puede ser definitivo o provisional según la naturaleza de la deuda contraída.
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